Flipped Classroom o el triunfo de la curiosidad.
Desde que empecé el curso me he sorprendido de lo mucho que he aprendido en poco tiempo. Y es que cada aplicación que he ido conociendo le he encontrado un punto de la programación donde aplicarla. Pero lo mejor de eso es que he ido despertando la curiosidad de todos mis compañeros en el instituto.
Cada día que tenía que entregar un trabajo del curso, se presentaban los nervios de si llegaría a tiempo, teniendo en cuenta que entre hijos, familia, preparación de clases, etc... casi no me queda tiempo para la reflexión sobre lo que hacemos. En las horas que he ido realizando cada entrega he tenido como testigos a mis compañeros, a los que siempre he pedido consejo y opinión, manifestando sus críticas constructivas o sus alabanzas hacia el trabajo que realizaba. Poco a poco, han ido conociendo el vuelco que quería dar a mis clases ya que también sufren el problema por el cual me decidí a incorporar flipped classroom: el alto abandono de los alumnos en FP de grado medio.
En sus miradas siempre he visto la curiosidad por conocer el sistema y las ventajas de cada herramienta. Sin lugar a dudas, las app ganadoras han sido Edpuzzle, kahoot i Padlet por su sencillez a la hora de aplicarlas. Incluso he descubierto nuevas aplicaciones para llevar a cabo proyectos de gran calado en clase, como www.peopleartfactory para realizar exposiciones virtuales.
Entre "oye ¿cómo se configura esto?" o "¿Cómo la puedo aplicar en clase?" he visto un ánimo por cambiar las cosas, por darle un nuevo impulso a las clases, por mejorar al fin y al cabo. Y en este "adoctrinamiento" de mis compañeros, he visto una oportunidad como equipo docente. Claramente, si el proyecto es conjunto tiene más posibilidades de éxito.
Tendría que agradecer a los compañeros y profesores del curso del INTEF por abrirme los ojos en algunas partes del sistema en las que me cegaba la parte más atractiva de las apps y la innovación como son el hecho de no ser siempre correspondido por los alumnos en su nivel de exigencia. Sabemos que al principio costará que vean los vídeos, que planteen dudas de forma natural. Tengo la certeza que cualquier sistema necesita un tiempo para aposentarse, para que finalmente fluya de forma natural.
Por otro lado, he descubierto que también puedo hacer partícipe a los alumnos de su evaluación del aprendizaje, algo que hasta ahora no había aplicado por miedo a fracasar. Con la evaluación entre iguales, como por ejemplo, el taller de coevaluación que hemos realizado en el curso del INTEF, los alumnos toman conciencia de los contenidos que han asimilado y aquello que se les escapa para superar sus metas dentro de la asignatura. Esto mismo, el ser conscientes de lo que saben y lo que no les motiva y los convierte en alumnos proactivos con el fin de mejorar.
Sin lugar a dudas, el tema más importante para mí, además de la tecnología, ha sido llegar a replantearme las prácticas que realizaba hasta ahora con mis alumnos. La integración de las TIC siguiendo el Modelo SAMR, fundamental en el diseño de artefactos digitales, o la redefinición de objetivos de las prácticas a partir del análisis con la Taxonomía de Bloom han sido muy reveladores.
En la clase invertida se da la vuelta al tiempo simplemente, la verdadera revolución está en la voluntad de cambio hacia modelos de mejora e innovación educativa donde todos tengamos un papel protagonista, alumnos y docentes.
Cada día que tenía que entregar un trabajo del curso, se presentaban los nervios de si llegaría a tiempo, teniendo en cuenta que entre hijos, familia, preparación de clases, etc... casi no me queda tiempo para la reflexión sobre lo que hacemos. En las horas que he ido realizando cada entrega he tenido como testigos a mis compañeros, a los que siempre he pedido consejo y opinión, manifestando sus críticas constructivas o sus alabanzas hacia el trabajo que realizaba. Poco a poco, han ido conociendo el vuelco que quería dar a mis clases ya que también sufren el problema por el cual me decidí a incorporar flipped classroom: el alto abandono de los alumnos en FP de grado medio.
En sus miradas siempre he visto la curiosidad por conocer el sistema y las ventajas de cada herramienta. Sin lugar a dudas, las app ganadoras han sido Edpuzzle, kahoot i Padlet por su sencillez a la hora de aplicarlas. Incluso he descubierto nuevas aplicaciones para llevar a cabo proyectos de gran calado en clase, como www.peopleartfactory para realizar exposiciones virtuales.
web peopleartfactory.com para la creación de exposiciones virtuales.
Entre "oye ¿cómo se configura esto?" o "¿Cómo la puedo aplicar en clase?" he visto un ánimo por cambiar las cosas, por darle un nuevo impulso a las clases, por mejorar al fin y al cabo. Y en este "adoctrinamiento" de mis compañeros, he visto una oportunidad como equipo docente. Claramente, si el proyecto es conjunto tiene más posibilidades de éxito.
Alumnos de GM Videodisjockey y sonido realizando un kahoot |
Tendría que agradecer a los compañeros y profesores del curso del INTEF por abrirme los ojos en algunas partes del sistema en las que me cegaba la parte más atractiva de las apps y la innovación como son el hecho de no ser siempre correspondido por los alumnos en su nivel de exigencia. Sabemos que al principio costará que vean los vídeos, que planteen dudas de forma natural. Tengo la certeza que cualquier sistema necesita un tiempo para aposentarse, para que finalmente fluya de forma natural.
Por otro lado, he descubierto que también puedo hacer partícipe a los alumnos de su evaluación del aprendizaje, algo que hasta ahora no había aplicado por miedo a fracasar. Con la evaluación entre iguales, como por ejemplo, el taller de coevaluación que hemos realizado en el curso del INTEF, los alumnos toman conciencia de los contenidos que han asimilado y aquello que se les escapa para superar sus metas dentro de la asignatura. Esto mismo, el ser conscientes de lo que saben y lo que no les motiva y los convierte en alumnos proactivos con el fin de mejorar.
Sin lugar a dudas, el tema más importante para mí, además de la tecnología, ha sido llegar a replantearme las prácticas que realizaba hasta ahora con mis alumnos. La integración de las TIC siguiendo el Modelo SAMR, fundamental en el diseño de artefactos digitales, o la redefinición de objetivos de las prácticas a partir del análisis con la Taxonomía de Bloom han sido muy reveladores.
En la clase invertida se da la vuelta al tiempo simplemente, la verdadera revolución está en la voluntad de cambio hacia modelos de mejora e innovación educativa donde todos tengamos un papel protagonista, alumnos y docentes.
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