Sostenibilidad en el entorno productivo... del cine?
Se nos presenta una nueva etapa de retos a partir de la introducción de la sostenibilidad como eje vertebrador de toda la actividad docente en los ciclos formativos de cualquier familia de FP. Ya no valen las excusas y las reticencias sobre "esto no tiene nada que ver con el ciclo" o "no le interesa a nadie". El impacto de las actividades humanas se estima que han causado aproximadamente 1,0 °C de calentamiento global por encima de los niveles preindustriales, con un rango probable de 0,8 °C a 1,2 °C. Es probable que el calentamiento global alcance los 1,5 °C entre 2030 y 2052 si continúa aumentando al ritmo actual. Todo esto confirmado por el IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. Por tanto, todo tiene que ver. Nuestra conciencia sobre los estudios que impartimos, las prácticas que proponemos al alumnado o las metodologías que utilizamos tiene que ser plena y conscientemente dirigida a la sostenibilidad.
Sí, yo también me he hecho la pregunta. ¿pero cómo voy a aplicar la sostenibilidad en el sector en el que imparto clase? En un primer momento, todo era muy etéreo, borroso y confuso. Sin embargo, trasladar mis hábitos diarios en casa a la clase resulta de gran sentido común. Porque en los pequeños gestos siempre radican las soluciones más grandes.
Concretamente, en la familia de imagen y sonido he descubierto hasta dónde puede llegar este concepto de sostenibilidad. Comencemos por los rodajes en el cine, cuyo día de trabajo tiene una huella de carbono equivalente a la de una persona en todo un año.
Hablando con profesionales del sector, me explicaban que en los rodajes se hacían auténticas barbaridades hasta que ha surgido una figura nueva como es el EcoCordinator, una persona encargada de que las actividades en ese rodaje sean lo más respetuosas posibles con el planeta y con las personas. Como siempre empezando por las cosas más pequeñas como utilizar vajillas reciclables para el catering de actores o reutilizando objetos de atrezzo. Pero en los aspectos más grandes de gestionar también está habiendo avances en los rodajes como utilizar principalmente LED para la iluminación de escenas o contemplar localizaciones que pueden trabajar con energías limpias, como los platós del Parc Audiovisual de Catalunya (producciones como OT se ha realizado allí bajo estas premisas de sostenibilidad).
Los grandes agentes del audiovisual ya se han implicado en la sostenibilidad. Las grandes plataformas como Netflix o Amazon Prime ya contemplan sus producciones con garantías medioambientales y de sostenibilidad, entre otras cosas, para no ser acusadas de GreenWashing, un aspecto oscuro que también da para otro debate más a fondo. Para ellos se han creado sellos de calidad medioambiental y sostenibilidad como el Green Film, único homologado en Europa y que recientemente obtuvo por primera vez una serie de TV catalana, "Això no és Suècia". Incluso hay organizaciones que estan ayudando a que la certificación sea rigurosa en las producciones, como Mrs. Greenfilm.
Esperemos que este nuevo camino que se nos presenta con las nuevas orientaciones en el currículum sirvan para concienciar a nuestros alumnos una vez lleguen al mundo profesional, contribuyendo con sus conocimientos a la sostenibilidad del sistema productivo y, por ende, del planeta.
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